Después de un devastador año, la noche del 1º de enero del 2012, fui a mi terraza a observar, como cae el sol, como gira la tierra y la luz cede ante la oscuridad. Vi como aparecieron las primeras estrellas del año y me quede a contemplar la quietud y el silencio. Me ví parado meditando acerca de lo de siempre pero esta ves con otra esperanza… la de un nuevo comienzo. Personalmente necesito un poco de paz, en unos pocos segundos en mi mente, vi pasar toda mi vida, me dije obviamente como todo el mundo… ¡Como pasa el tiempo!... Las cosas son así de simples uno hace esos balances.
Ante la inmensidad y la infinitud del cielo, me sentí solo, e ínfimo, tan pequeño con todas mis dudas… las existenciales, las de siempre y las nuevas. Si estoy escribiendo esto es porque se lo que debo hacer, me planto en mi interior, me descubro, me observo y se que a partir de hoy en mi vida, todo lo que haga va a ser crucial para lograr lo que quiero, estos últimos años me marcaron y me forjaron.
En la balanza tengo un montón de cosas, cosas a favor, cosas en contra, virtudes, defectos, cosas lindas que me pasaron, cosas horribles, problemas, desventajas, aciertos y errores, pude cotejar todo eso, mientras miraba el cielo de enero.
Jamás había hecho antes, ni había visto lo que vi en ese tornasolado cielo de enero, ojala sea favorable para lograr lo que quiero. Igual considero, que de todas forma, te vaya mal o bien en la vida, este tipo de meditación y una inmiscusión de los adentros mas profundos de un ser; sirven siempre como autoconocimiento de uno mismo. Espero este sea un buen año para todos.
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